La noticia sorprendió a los seguidores del ex vipresidente y se mostraron entusiasmados porque interpretan que el mayor escollo para Cobos era el alfonsinismo bonaerense. No hablan de fechas ni de posibilidades, aunque afirman: “Julio será la figura de mayor proyección nacional tras octubre”. La alianza con Binner, cada vez más cerca.
“No esperábamos algo así, pero bienvenido, hay que aprovecharlo”. Así resumieron a LPO en el entorno de Julio Cobos, las implicancias políticas del anuncio de Ricardo Alfonsín de bajarse de la pelea por la candidatura presidencial.
El impacto de la decisión de Alfonsín en el entorno de Cobos se entiende, porque fue la decisión del diputado bonaerense de pelear la candidatura presidencial en el 2011, lo que terminó bajando a Cobos de esa pelea y mandándolo de regreso a Mendoza y su estudio de Ingeniería.
En el cobismo confían en que el triunfo que todos los sondeos auguran para las elecciones de Octubre –algunos incluso hablan de que llegaría al 50% de los votos-, terminará de reposicionar su figura en la escena nacional, como uno d elos grandes ganadores de las legislativas.
Confían en que el efecto de ese triunfo logre mellar las resistencias que saben, mantiene la estructura radical hacia el ex vice de Cristina.
“No vamos a hablar del 2015, Julio no quiere que lo hagamos, pero no hay duda de que tras las legislativas, será el dirigente de mayor peso en el radicalismo nacional. El triunfo del 27 se va a nacionalizar y ahí empezaremos a dialogar con Binner, con el FAP, con la Coalición Cívica, para ir a una alianza que permita pelear por la Presidencia con posibilidades reales de ganar”, agregó a LPO un dirigente cercano a Cobos.
Luego del paso al costado de Alfonsín, sólo queda en el radicalismo –además de Cobos- otro dirigente con aspiraciones nacionales para el 2015: El senador Ernesto Sanz, quien si cuenta con el apoyo de buena parte de la estructura del partido. Sanz está recorriendo el país hace tiempo y cuenta además con sólidos apoyos económicos.
“Con Ernesto está todo bien, él ha manifestado lo que quiere, Julio todavía no. Pero creo que podemos llegar a un acuerdo”, analizan cerca del favorito el 27 para arrasar con el PJ mendocino y lograr una banca en la Cámara de Diputados de la Nación.
Volver a vivir
Si no ocurre un cataclismo político, Cobos logrará acercarse al 50% de los votos en Mendoza, sacándole una diferencia de entre 20 y 25 puntos al peronismo. El golpe será espacialmente duro para Cristina que todavía no le persona el “voto no positivo”. Y acaso esa sea una de sus principales cartas para regresar a la escena nacional.
Sin embargo, ese regreso –anticipan cerca suyo- mantendrá la moderación, los tonos suaves que Cobos le imprime a su actuación política. Además, el ex gobernador sabe que sólo con la estructura radical, no tiene chances de meterse en un ballotage. Necesita ser el líder de un frente “progresista” que incluya al FAP que lidera Binner. En su entorno afirman que la fórmula ideal sería Cobos-Binner, acaso descartando la posibilidad de una primaria, ya que la actual ley obliga a competir por fórmulas.
El impacto de la decisión de Alfonsín en el entorno de Cobos se entiende, porque fue la decisión del diputado bonaerense de pelear la candidatura presidencial en el 2011, lo que terminó bajando a Cobos de esa pelea y mandándolo de regreso a Mendoza y su estudio de Ingeniería.
En el cobismo confían en que el triunfo que todos los sondeos auguran para las elecciones de Octubre –algunos incluso hablan de que llegaría al 50% de los votos-, terminará de reposicionar su figura en la escena nacional, como uno d elos grandes ganadores de las legislativas.
Confían en que el efecto de ese triunfo logre mellar las resistencias que saben, mantiene la estructura radical hacia el ex vice de Cristina.
“No vamos a hablar del 2015, Julio no quiere que lo hagamos, pero no hay duda de que tras las legislativas, será el dirigente de mayor peso en el radicalismo nacional. El triunfo del 27 se va a nacionalizar y ahí empezaremos a dialogar con Binner, con el FAP, con la Coalición Cívica, para ir a una alianza que permita pelear por la Presidencia con posibilidades reales de ganar”, agregó a LPO un dirigente cercano a Cobos.
Luego del paso al costado de Alfonsín, sólo queda en el radicalismo –además de Cobos- otro dirigente con aspiraciones nacionales para el 2015: El senador Ernesto Sanz, quien si cuenta con el apoyo de buena parte de la estructura del partido. Sanz está recorriendo el país hace tiempo y cuenta además con sólidos apoyos económicos.
“Con Ernesto está todo bien, él ha manifestado lo que quiere, Julio todavía no. Pero creo que podemos llegar a un acuerdo”, analizan cerca del favorito el 27 para arrasar con el PJ mendocino y lograr una banca en la Cámara de Diputados de la Nación.
Volver a vivir
Si no ocurre un cataclismo político, Cobos logrará acercarse al 50% de los votos en Mendoza, sacándole una diferencia de entre 20 y 25 puntos al peronismo. El golpe será espacialmente duro para Cristina que todavía no le persona el “voto no positivo”. Y acaso esa sea una de sus principales cartas para regresar a la escena nacional.
Sin embargo, ese regreso –anticipan cerca suyo- mantendrá la moderación, los tonos suaves que Cobos le imprime a su actuación política. Además, el ex gobernador sabe que sólo con la estructura radical, no tiene chances de meterse en un ballotage. Necesita ser el líder de un frente “progresista” que incluya al FAP que lidera Binner. En su entorno afirman que la fórmula ideal sería Cobos-Binner, acaso descartando la posibilidad de una primaria, ya que la actual ley obliga a competir por fórmulas.
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