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jueves, 3 de octubre de 2013

Ricardo Casal: "Granados es más campechano"

Reincorporado en su rol de ministro de Justicia, Ricardo Casal aceptó la charla con La Tecla. Habló de su sucesor en Seguridad, de la Policía y los proyectos para el área actual
“Si hablamos de Justicia, sí, no hay problema”, indicaron los voceros del flamante ministro de Justicia, Ricardo Casal, al momento de concertar la entrevista. Pero en el despacho del noveno piso de la Torre II de La Plata la figura del nuevo titular de Seguridad, Alejandro Granados, se coló por la ventana. Cortés, y sin reproches, Casal aceptó responder todas las preguntas.

-En su primera declaración oficial el ministro Granados blanqueó una cifra de policías que está muy lejos de los cien mil que prometió.
-Sí, pero al otro día lo aclaró.

-Pero no modificó mucho las cifras.
-Bueno, yo no soy exegeta de Granados, pero, por lo que leí al otro día, porque fue tapa de todos los diarios, mi interpretación es que en esa cuenta fue tomando exclusivamente la seguridad urbana, es decir, en vía pública, y ahí falta un lote muy grande, que son investigaciones, narcotráfico y delitos complejos.

-¿Cuáles son las cifras verdaderas?
-El número claro es el que sacaron al otro día; cuarenta y dos mil son los que están cumpliendo servicios plenos, de acuerdo a su rol: narcotráfico, investigaciones, seguridad, caballería; toda la Policía. Imaginen que nosotros en un año pusimos dos mil administrativos para descargar las comisarías de policías, para que vuelvan a hacer servicio de calle.

-Granados no lo explicó así. ¿Le falta experiencia?
-Yo no sé, no estuve ahí, no puedo decir cómo fue. La verdad que a mí me sorprendió el título, pero como no participé de la reunión no sé en qué términos se dijo. Fue una charla coloquial.

-Pero metió la pata. ¿Observa una diferencia en esta nueva gestión?
-Creo que son estilos. A Granados, con veinte años de intendente, no creo que le falte aprender. Es una persona muy capaz, ha manejado bien su distrito, creo que es una persona con mucha experiencia territorial, con mucho conocimiento, porque se dedicó al tema seguridad; en su distrtito hay otros que no saben ni dónde queda la comisaría, él se comprometió.

-Sin embargo usted habla de estilos diferentes.
-Sí, él es más campechano, yo soy más formal.

-A él lo comparan con una caricatura, con un sheriff.
-Bueno, en la tapa de La Tecla, hace dos semanas, salió vestido de cowboy. Pero eso, la verdad, es para chichonear, es el estilo personal. Yo también era muy distinto de Carlos Stornelli, en todo, en todo. Stornelli era más introvertido en su gestión, yo abro más el juego, ando por todos lados, tengo muchos años en esto; cumplí cuarenta años en la administración pública, y de 1987 a esta parte en lugares dirigenciales; fui director general de Justicia, subsecretario en Asesoría, viceministro en Educación, ministro de Justicia, luego con Seguridad, ahora de vuelta en Justicia. Qué sé yo, es distinto.

-¿El debería ser más moderado?
-Qué sé yo, son cosas que pasan. Capaz que a mí no me pasa, a mí no me sacan un título en un diario, nunca me pasó. Yo creo que, por lo que contaron, fue una charla muy coloquial, y a veces en el coloquio no hay precisión, o uno habla más tranquilo; pero después quedó aclarado, y los números que pasaron al otro día son reales; causó impacto, pero bueno...

-¿Usted quería dejar Seguridad?
-Creo que hay que cumplir etapas, y estoy convencido de que la etapa nuestra es-taba concluida. Hicimos mucho en seguridad: no renovamos la ley de Emergencia, lo cual fue un desafío fuerte, estuvo ocho años esa ley, y eso generó 45 mil ascensos en un año y medio; actualizamos el sistema de capacitación, cuadriplicando la ma-trícula en capacitación; creamos doce es-cuelas de policía descentralizadas, que nos van a permitir cinco mil policías, contra 1.500 que eran históricos, y si hay una muy buena campaña de inscripción para el ciclo lectivo 2014 pueden llegar hasta siete mil; y además, las nuevas escuelas no son con pupilaje, son externados, para que el joven casado y con chicos pueda hacerlo.

-¿La formación dura un año?
-Sí.

-¿Cuál es la tarea inmediata que deberían hacer?
-Lo primero que hacen, no sé si se va a continuar con esa estrategia, es la práctica del operativo Sol, que es una práctica in-tensa, porque es caliente, no sólo por el sol, sino porque hay que imaginar que son un millón y medio de personas que circulan, primero, despreocupadas de la vida porque están de vacaciones, segundo, provenientes de lugares que no son originarios, y tercero, con dinero para gastar; o sea que al delincuente le interesan las tres condiciones: gente distraída, que no conozca el lugar y que tenga plata. El operativo Sol es la tarea más difícil que tiene la Po-licía en temporada estival para ocuparse. Son dos meses muy duros, eso los fogonea, tienen múltiples funciones.

-Granados habla de cien mil policías como una medida casi mágica, y la gestión que usted comandó no tuvo ni la tercera parte de eso, ¿cómo se entiende?
-Son etapas. Nuestra etapa era consolidar normativamente a la Policía, que estaba en ley de emergencia; en segundo lugar, dar el derecho a la carrera a todos aquellos que tengan aspiraciones de mejorear; en tercer lugar, expandir a la Policía lo máximo posible -creamos muchas organizaciones nuevas policiales-, y descentralizar al máximo la gestión, que fue económica y normativa. Esa fue la etapa de consolidación, y ahora viene la etapa nueva, con Granados a la cabeza.

-¿Y se puede llegar a cien mil policías?
-Sí, se puede. Calculemos que este año se van a recibir cinco mil; el que viene pueden llegar a siete mil; más los cuatro mil de gendarmería, que esán permanentes; más los retirados, que según lo que estimó el ministro pueden llegar a ser diez mil; más la optimización de los que no están cumpliendo funciones.

-¿Cómo se entiende que gente que tiene carpeta pueda volver a las calles?
-Siempre hay proceso de revisión. Creo que va a ser un proceso de juntas médicas permanentes, para revisar los casos que van pasando; en cincuenta mil personas el movimiento de personal es grande.

-Pero uno no espera que surjan muchos policías de esas carpetas.
-Qué sé yo; las carpetas, muchas veces, tienen que ver con la separación de la familia, otras con las condiones de trabajo, hay algunos casos en los que la patología se pone en evidencia a partir de ciertos condicionantes externos que no son necesariamente físicos. Sé que Granados está tratando de resolver este tema, y estoy seguro de que lo va a mejorar mucho.

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