El secretario de Política Económica expuso tres horas en el plenario por el Presupuesto, donde el kirchnerismo consiguió dictamen favorable para tratarlo el miércoles. Ahondó en historia económica y en .detalles de la última crisis financiera. Y logró que se fueran los opositores y hasta algunos kirchneristas.
Por tercer año consecutivo, Axel Kicilof sacó a relucir sus años de docente y también militante universitario para hablar tres horas y casi sin respirar sobre la historia económica mundial, durante el debate en comisión del Presupuesto.
Esta mañana fue el turno del Senado, luego de haberse extendido de la misma manera en Diputados hace un par de semanas, cuando sólo cinco opositores escucharon su clase de cuatro horas y al final sólo lo escucharon cinco opositores. En ese clima, Feletti aprovechó a anunciar que también estaba a debatirse el proyecto de emergencia económica y las prórrogas impositivas.
Pero en la Cámara alta sumó un logro: cuando llegó el momento de las preguntas, algunos kirchneristas también abandonaron sus bancas por un rato.
Claro que al final nada cambia: los kirchneristas consiguieron las firmas para aprobar dictámenes del presupuesto, la emergencia económica y las prórrogas impositivas. Y el miércoles próximo sancionará todo el paquete.
Kicillof abrió su discurso a las 11 el plenario de las Comisiones de Presupuesto y de Coparticipación y recién pasadas las 14 le cedió la palabra al secretario de Finanzas, Martín Cosentino. Cerró el siempre escueto titular de Hacienda, Jorge Pezoa.
Como desde 2011, cuando se hizo cargo del primer presupuesto, el secretario de Política Económica ensayó una cátedra de historia económica con especial énfasis en la reciente crisis financiera de 2008, crack que le permite justificar la decisión de Cristina Kirchner de no dar someterse a endeudamiento.
“Muchos piden tomar deuda a tasas bajas, pero esas tasas no son fijas sino que luego varían. La tasa Libor la define un grupo de banqueros ingleses y está atada a todos los préstamos”, insistió varias veces.
Lo insólito de sus exposiciones son el ámbito: en las comisiones de presupuesto, se entiende que la misión es detallar los lineamientos del proyecto con un discurso político.
Pero pocas veces alguien usaba tres horas para hacer pura docencia. “Es tremendo como habla y habla. Me hace acordar a Cavallo”, lo chicaneó una vez la senadora Liliana Negre de Alonso, de San Luis.
Como su líder Adolfo Rodríguez Saá, Negre de Alonso es una firme asistente a las comisiones, pero esta vez ninguno de los dos estuvo presente. Jaime Linares y Norma Morandini, del FAP, sí estuvieron de a ratos y no se molestaron en preguntar.
Cuando llegó la hora de las preguntas, la comisión estaba semidesértica, con varios kirchneristas que iban y venían y algunas ausencias notorias. Se mostraron Marina Riofrío, Graciela de la rosa, Walter Barrionuevo, Ruperto Godoy y Adolfo Bermejo.
Miguel Pichetto no apareció, como siempre hace aún cuando no integre una comisión y su lugar en el esatrado lo ocupó el formoseño José Mayans. Y el misionero Juan Irrazabal se mostró poco y después se supo que estaba negociando un dictamen con Carlos Verna.
Laura Montero empezó la ronda de consultas. Recriminó los datos del presupuesto, como la proyección del dólar a 6,33, inflación en 10 y el crecimiento en 6.2.
“Es un presupuesto. Uno supone. Yo no puedo saber el valor de la soja”, se justificó el secretario de política económica. Montero le gritó sin micrófono cuando el secretario le recordó que los recursos hidrocarburíferas son de las provincias, ante una queja de la senadora por la baja en la producción de petróleo y gas.
Gerardo Morales le echó en cara los decretos que firma el Gobierno para ampliar el presupuesto durante el transcurso del año y según sus cálculos llegaron a 441 millones en los últimos 5 años.
Pero no tuvo mejor idea que citar el informe de un docente de la UBA sobre el mal cálculo del PBI. “No es de la UBA lo hizo para Harvard”, salió al cruce, herido por su ligazón a la universidad de Buenos Aires.
Flaqueó cuando tuvo que responder sobre economías regionales y citó la reciente reunión de Cristina con los dirigentes empresarios como Daniel Funes de la Rioja. “¡No representan a las economías regionales!”, corrigió Ernesto Sanz. Kicillof volvió sobre los 10 años de “la década ganada”.
Esta mañana fue el turno del Senado, luego de haberse extendido de la misma manera en Diputados hace un par de semanas, cuando sólo cinco opositores escucharon su clase de cuatro horas y al final sólo lo escucharon cinco opositores. En ese clima, Feletti aprovechó a anunciar que también estaba a debatirse el proyecto de emergencia económica y las prórrogas impositivas.
Pero en la Cámara alta sumó un logro: cuando llegó el momento de las preguntas, algunos kirchneristas también abandonaron sus bancas por un rato.
Claro que al final nada cambia: los kirchneristas consiguieron las firmas para aprobar dictámenes del presupuesto, la emergencia económica y las prórrogas impositivas. Y el miércoles próximo sancionará todo el paquete.
Kicillof abrió su discurso a las 11 el plenario de las Comisiones de Presupuesto y de Coparticipación y recién pasadas las 14 le cedió la palabra al secretario de Finanzas, Martín Cosentino. Cerró el siempre escueto titular de Hacienda, Jorge Pezoa.
Como desde 2011, cuando se hizo cargo del primer presupuesto, el secretario de Política Económica ensayó una cátedra de historia económica con especial énfasis en la reciente crisis financiera de 2008, crack que le permite justificar la decisión de Cristina Kirchner de no dar someterse a endeudamiento.
“Muchos piden tomar deuda a tasas bajas, pero esas tasas no son fijas sino que luego varían. La tasa Libor la define un grupo de banqueros ingleses y está atada a todos los préstamos”, insistió varias veces.
Lo insólito de sus exposiciones son el ámbito: en las comisiones de presupuesto, se entiende que la misión es detallar los lineamientos del proyecto con un discurso político.
Pero pocas veces alguien usaba tres horas para hacer pura docencia. “Es tremendo como habla y habla. Me hace acordar a Cavallo”, lo chicaneó una vez la senadora Liliana Negre de Alonso, de San Luis.
Como su líder Adolfo Rodríguez Saá, Negre de Alonso es una firme asistente a las comisiones, pero esta vez ninguno de los dos estuvo presente. Jaime Linares y Norma Morandini, del FAP, sí estuvieron de a ratos y no se molestaron en preguntar.
Cuando llegó la hora de las preguntas, la comisión estaba semidesértica, con varios kirchneristas que iban y venían y algunas ausencias notorias. Se mostraron Marina Riofrío, Graciela de la rosa, Walter Barrionuevo, Ruperto Godoy y Adolfo Bermejo.
Miguel Pichetto no apareció, como siempre hace aún cuando no integre una comisión y su lugar en el esatrado lo ocupó el formoseño José Mayans. Y el misionero Juan Irrazabal se mostró poco y después se supo que estaba negociando un dictamen con Carlos Verna.
Laura Montero empezó la ronda de consultas. Recriminó los datos del presupuesto, como la proyección del dólar a 6,33, inflación en 10 y el crecimiento en 6.2.
“Es un presupuesto. Uno supone. Yo no puedo saber el valor de la soja”, se justificó el secretario de política económica. Montero le gritó sin micrófono cuando el secretario le recordó que los recursos hidrocarburíferas son de las provincias, ante una queja de la senadora por la baja en la producción de petróleo y gas.
Gerardo Morales le echó en cara los decretos que firma el Gobierno para ampliar el presupuesto durante el transcurso del año y según sus cálculos llegaron a 441 millones en los últimos 5 años.
Pero no tuvo mejor idea que citar el informe de un docente de la UBA sobre el mal cálculo del PBI. “No es de la UBA lo hizo para Harvard”, salió al cruce, herido por su ligazón a la universidad de Buenos Aires.
Flaqueó cuando tuvo que responder sobre economías regionales y citó la reciente reunión de Cristina con los dirigentes empresarios como Daniel Funes de la Rioja. “¡No representan a las economías regionales!”, corrigió Ernesto Sanz. Kicillof volvió sobre los 10 años de “la década ganada”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario