Con la incertidumbre sobre cómo repercutirán en el Gobernador y sus aspiraciones futuras los resultados de las legislativas, en el Ejecutivo provincial ponen en marcha su sueño presidencial. Presupuesto, cambios y enroques en el gabinete, PJ y acuerdos
Casi en simultáneo con el pormenorizado análisis y las conclusiones internas tras el resultado de los comicios, el Gobernador hará algunas jugadas políticas y de gestión. Intentará pelearle la agenda a Sergio Massa ni bien baje la espuma electoral, incluso cuando esa espuma todavía esté en ebullición y el massismo se entusiasme en la conquista de más adeptos. “No habrá ningún daño a la marca Scioli”, aventuran en el oficialismo provincial, en base a una presagiada derrota, y ya piensan en el día después, para comenzar a asfaltar el camino hacia 2015.
Primero, fundamentalmente por necesidad de establecer esa discusión antes del recambio legislativo, el titular del Ejecutivo de la Provincia enviará al Parlamento el presupuesto y la ley Impositiva 2014. Será pocas horas después de conocerse el resultado de las elecciones.
Unos días más tarde llegarían los cambios en el gabinete, muy conversados en los corrillos pero guardados bajo siete llaves por el mandatario y sus estrechos colaboradores. Los analiza con el jefe de Gabinete, Alberto Pérez. Los nuevos nombres se conocerían “antes del 15 de noviembre”, contó una fuente oficial a La Tecla. Desde la Legislatura, alguien arriesgó: “Serán entre el 10 y el 12”. Se habla de enroques, salidas, regresos a la Legislatura y hasta de alguna “sorpresa”. Cambios de funciones, un nuevo “pago” a los intendentes y posibles alianzas con otros sectores con probables regresos completan el combo de especulaciones. Algunas más probables que otras, pero todas analizadas.
La respuesta oficial es: “Scioli cambia a los funcionarios en la medida que la agenda de la gestión se lo indica, en absoluta autonomía y de acuerdo a su investidura constitucional”. Fiel al estilo S, la ambivalencia en el discurso deja todas las puertas abiertas, pero, contrariamente a otras veces, son pocos los intentos por frenar las versiones en varios casos surgidas por comentarios de los propios involucrados.
Noviembre será un mes de mucha intensidad, con un peronismo aprontado para la (hasta ahora confirmada) elección de autoridades partidarias, el 15 de diciembre, apenas cinco días después del recambio legislativo, que podría acarrear además algunas modificaciones entre las autoridades de las cámaras y, fundamentalmente, en las conducciones de los bloques (del oficialismo y los demás).
Ya para esa altura, mediados de diciembre, Daniel Scioli estará inmerso en lo que su propio espacio reconoce como “la temporada alta”. En el verano es cuando consigue los mejores réditos en la consideración popular, que luego las encuestas traducen como imagen positiva. Base fundamental para quien quiere ser Presidente en 2015 y a quien le ha salido un competidor al que no se tenía en las consideraciones a principios de este mismo año.
Números, acercamientos y PJ
Antes de la veda para la publicación de los sondeos, en la Gobernación recibieron dos carpetas: una con los números de las previsiones para las legislativas y otra con la imagen de diferentes políticos a nivel nacional. “Scioli está arriba, Massa segundo y Cristina tercera, con una buena recuperación después de su problema de salud”, comentaron.
En la Provincia esperan un 2014 complicado desde el punto de vista económico, donde “el Gobernador no va a querer exponer a quienes después podría presentar como su equipo en la carrera presidencial”, especuló un funcionario que acompaña al mandatario desde antes de su llegada a calle 6 de La Plata.
Los análisis económicos a futuro coinciden con la previsión negativa acerca de las dificultades financieras. De todos modos, para el bonaerense será clave cerrar en el próximo ejercicio un cúmulo de obras largamente prometidas, como la culminación de la ruta 6, la terminal de contenedores del puerto La Plata y la ampliación de la autopista La Plata-Buenos Aires, entre otras. “Sin esas obras que queden a la vista, será difícil encarar 2015”, se reconoce.
Impostadamente tratan en el sciolismo de negar que ya se está en campaña para 2015, pero el verano, las recorridas a otras provincias, que se intensificarán, y el armado de equipos de distintas especialidades demuestran la intención de no dar ninguna ventaja.
Eduardo Camaño, actual secretario general de la Gobernación, tendría un rol protagónico en la búsqueda de acuerdos con otros gobernadores y con los referentes provinciales del peronismo. Conserva muy buenas relaciones de su extenso paso por la Cámara de Diputados de la Nación. Esa trea por abajo también la hacen ya otros dirigentes, como el caso de Santiago Montoya en Córdoba.
El presidente del grupo Bapro y el titular del Banco Provincia, Gustavo Marangoni, son los encargados de reunirse con diferentes economistas, con la intención de comenzar a armar un equipo fuerte en ese rubro, como ya tiene Sergio Massa y puede exhibir el panradicalismo. “Eso no quiere decir que haya modificaciones ahora en el ministerio”, sentenció un funcionario cercano al Gobernador. En tanto, un ministro analizó: “Para lo que viene, Scioli difícilmente exponga en la Provincia a quienes necesite después si llega a ser Presidente”.
Marangoni, junto al presidente del Instituto Cultural, Jorge Telerman, y el consultor Manuel Mora y Araujo, está en la conquista de personalidades del acerbo cultural e intelectual, en busca de los apoyos desde ese sector y el aporte de los pensadores.
Mientras en el sciolismo aventuran que “la agenda pública va a seguir siendo de la Presidenta” después de la repercusión mediática inmediata de las elecciones, también son conscientes de la importancia que adquirirá la interna del PJ para elegir autoridades nacionales y provinciales.
Intimamente Scioli quiere retener la presidencia del partido nacional, hasta ahora ejercida por él interinamente. Eso lo negociará con Cristina Fernández. Hay quienes ven ya concretado un preacuerdo en ese sentido. También impulsará el Gobernador al intendente de La Matanza, Fernando Espinoza, para la conducción del PJ provincial. “Si el Partido Justicialista se fortalece, se fortalece Scioli”, sotienen en el redil de este último.
Ajena a sus decisiones está la posibilidad, cada vez más certera, de que el mandatario de Entre Ríos, Sergio Uribarri, arribe al gabinete nacional para posicionarse como un posible presidenciable. No es una mala noticia para Scioli; por el contrario, en el sciolismo (y lo ha dicho el propio jefe),apuestan por una interna capaz de fortalezer al candidato, y que además funcionará como un torniquete a las aspiraciones “por afuera, pero no tanto”, de Sergio Massa.
El día después de Scioli, sea cual fuere el resultado, tendrá varias aristas pero un solo horizonte.
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